Cuando nos salga la pantalla correspondiente, vamos a la pestaña avanzado y veremos que nos deja decidir si compartir el portapeles, de manera que sea el mismo para la máquina real y virtual, lo que nos permitirá realizar el tan requerido copiar y pegar de los programas de ventanas.
Otra de las posibilidades que nos ofrece es habilitar la virtualización de la máquina hardware, que nos permitirá trabajar sin tener que preocuparnos por el fabricante del procesador que usemos, aunque esta opción no siempre es posible, ya que algunas placas base no lo permiten.
Si queremos que el equipo virtual trabaje como servidor, otro de los cambios relevantes que seguramente tengamos que hacer es activar más de una tarjeta de red.
Se pueden simular hasta cuatro tarjetas de red para cada máquina virtual instalada.
Otra posibilidad que ofrece VirtualBox es la captura de instantáneas para su almacenamiento, que no son más que el estado en un momento determinado de las variables del sistema.
Esto nos permite volver a ese determinado estado cuando nos plazca.
Advertencia: cuenta con el incoveniente de que consume mucha memoria del disco real si creamos instantáneas cada poco tiempo.
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